Desarrollando la Elocuencia

Desarrollando la Elocuencia 

Solo es posible dominar el arte de la oratoria por medio de la práctica. Piensa en la oratoria como un nuevo deporte, el cual necesita de un buen entrenamiento y bastante práctica. Los grandes oradores de la historia siempre lo han tenido claro, y han buscado la forma de ejercitarse en este arte. 


Las oportunidades de hablar en público se presentan en diferentes situaciones de la vida. Cuando estamos en familia, con amigos, con conocidos, con colegas, etc. Y algo que ayuda mucho para que un orador sea elocuente es su capacidad de improvisación. 


La terapia propuesta para perder el miedo a hablar en público acerca de contar chistes es más valiosa de lo que te imaginas, es precisamente una oportunidad de practicar que tienes en cualquier entorno, te va a ayudar a ejercitarte en este nuevo arte. 

Es por eso que te recomiendo que si eres realmente malo contando chistes anotes en un papel unos pocos chistes (cortos inicialmente para que no te enredes) y los cuentas la próxima vez que estés con un grupo de amigos/colegas. No pierdas oportunidad para repetir este ejercicio, es una buena forma de practicar el arte de la oratoria. 




Así como los chistes debes acostumbrarte a contar historias. 

Pueden ser recuerdos o experiencias de otras personas que merecen ser resaltadas. Por ejemplo, la historia del momento en que te regalaron tu primera bicicleta cuando eras niño. 

Describe el color, el tamaño, las llantas, el olor a nuevo, la desesperación tuya por salir a la calle a dar vueltas hasta el cansancio, la alegría y emoción que se sentía. Describir todos estos recuerdos en público te va a ayudar cada vez a comprender cómo manejar la voz, las pausas a hacer y el manejo del público. Es en medio de estas situaciones donde vas a comenzar a darte cuenta de las reacciones de las personas que te rodean, de sus gestos, de su atención y de su aprobación por la historia. 


Otra forma de iniciar una historia es contando algo que viste recientemente y llamó tu atención. Por ejemplo: “Hace poco me pasó algo increíble… estaba caminando hacia la oficina… y de repente vi a una señora con un bebé en sus brazos... no sé por qué continué mirando… al parecer algo me llamó la atención… pero aun no sabía por qué… de repente un policía llegó donde la señora, la tomó del brazo y le dijo “señora, está usted arrestada”… y en ese instante llegó otra mujer… y con una cara de alivio tomó al bebé… el cual, al parecer, había sido raptado… afortunadamente el bebé fue rescatado”. Esta es una historia que me acabo de inventar, pero estoy seguro de que, en tu vida vas a encontrar miles de situaciones que pueden ser comunicadas con éxito y ayudarte a desarrollar el arte de la oratoria. 



Ejercicio 1 



Anotas en diferentes pedazos de papel diferentes palabras, pueden ser 20, 30, 40, las que quieras. Metes los papeles en una bolsa y los revuelves. Metes la mano en la bolsa y tomas un papel. Debes hablar sobre esa palabra lo primero que se te ocurra y continuar durante 60 segundos sin parar. 

Este ejercicio lo puedes hacer sólo o con gente que quiera mejorar en el arte de la oratoria. 



Ejercicio 2 


Busca similitudes entre 2 objetos que estés viendo en este momento y dilas en voz alta rápidamente. Por ejemplo: Un mueble se parece a una cama en que en ambos es posible sentarse y sentirse cómodo. Una lámpara se parece al techo en que ambos deben verse bien y estar en buen estado para que la casa se vea bonita. Un cuadro se parece a este comedor en que ambos tienen esquinas y tienen forma rectangular, y así sucesivamente. Este es un ejercicio que puedes hacer en cualquier momento y te lo recomiendo 100%. Lo puedes hacer mientras vas caminando en la calle (la carretera se parece a la acera en…), mientras estás en un hotel, en un salón, etc.