Recomendaciones básicas para tener en cuenta mientras se expone.
Las siguientes recomendaciones te van a servir para lograr el éxito de una presentación:
Asegurarse de tener el set con una buena iluminación.
Tener lenguaje corporal adecuado desde el inicio hasta el final.
No usar palabras vulgares. Un buen conferencista debe proyectar clase.
No iniciar la conferencia con un chiste. Es muy riesgoso y es un arma de doble filo, si la audiencia no se ríe se dificulta la creación de empatía con estos. Algo que sí puede ser muy bueno es iniciar la conferencia contando una anécdota con humor.
No utilizar desagradables sonidos como: “eee”, “mmm”, “aaa”.
No entregar distractores al público. Entregar volantes o detalles en la entrada de la presentación es un error muy común y es poco conveniente. Los asistentes tienden a distraerse mientras ven la conferencia. Éste tipo de cosas solo deben entregarse a la salida.
No dar la conferencia sentado. Se debe estar parado para que todos vean al conferencista y tenga una mayor posibilidad de expresarse.
No utilizar palabras extrañas. Palabras que normalmente no se utilizan en el día a día no hacen ver al conferencista como alguien natural y se dificulta el proceso de entrar en confianza con el público.
No leer las diapositivas.
Tener sentido del humor. El sentido del humor ayuda a destensionar el ambiente, genera comodidad en la audiencia. Una conferencia plana y triste genera en el público incomodidad, el tiempo parece ser el doble de lo normal. Mientras que una conferencia divertida parece trascurrir en la mitad del tiempo real.
Hablar mirando hacia todos los sectores del auditorio.
Ser breve. No andar con muchos rodeos para explicar algo. En una presentación es bueno tener las ideas claras y trasmitirlas de la manera más sencilla, sin prolongar el tiempo.
Hablar con naturalidad. La misma voz que se utiliza para hablar en la vida cotidiana, incrementando el volumen un poco. Si se utiliza una voz postiza es imposible lograr que el auditorio sienta empatía.
Dominar el tiempo. No hay nada más desesperante que un conferencista que se extiende en el tiempo más de lo previsto. Es algo que genera un gran malestar en el público. Cuando un conferencista se extiende en 20 minutos en un auditorio con 200 personas, en realidad no está haciendo que la gente pierda 20 minutos, lo que está ocasionando es una pérdida de 20 minutos por cada asistente, lo que quiere decir que se pierden 20 x 200 =4.000 minutos. Que equivalen a 66.6 horas, Casi 3 días completos!
Hacer participar al público en la conferencia. Hacer preguntas eventualmente o pequeñas exageraciones que demuestren algo de humor siempre ayuda a que el público se conecte con el orador. No te olvides de ningún rincón de la conferencia, mira a los asistentes en todos los sectores y busca la manera de que sientan que hacen parte del salón.
- No morderse los labios.
- No usar muletillas.
- Pronunciar las palabras con una buena articulación.
- No usar accesorios en la vestimenta que distraigan al auditorio.
- No jugar con objetos que distraigan al auditorio.
- No tocarse la barba con los dedos.
- No jugar con los dedos.
- No comer chicle.
Mantener una actitud humilde ante el auditorio. La arrogancia genera una barrera muy grande entre el público y el conferencista.